Los cristales en bruto conservan la fuerza intacta de la Tierra: no han sido pulidos ni modificados, lo que les permite irradiar su energía en su forma más auténtica y salvaje. Cada pieza es única, con formas naturales que conectan directamente con el alma y los elementos.

Utilizados en altares, meditaciones, rituales de limpieza energética o simplemente como guardianes del espacio, estos cristales son perfectos para quienes buscan una conexión profunda y sin filtros con la sabiduría mineral.

Desde la amatista hasta el citrino, pasando por el cuarzo blanco, la selenita o la obsidiana, cada cristal en bruto emite una vibración pura que trabaja directamente sobre nuestros chakras, nuestra intuición y nuestro campo energético.

Deja que la naturaleza te hable sin pulir: el poder está en lo esencial.