Una joya que une la fuerza de la Tierra con la dulzura del corazón. Las piedras volcánicas brindan estabilidad y protección energética, mientras que el cuarzo rosa, símbolo del amor puro y la compasión, envuelve el aura con suavidad y armonía.
El dije de Buda representa el despertar espiritual, la calma profunda y la sabiduría interior. Es un recordatorio de que el verdadero amor comienza en uno mismo, y que la paz se cultiva desde adentro.
Una pulsera delicada y poderosa a la vez, ideal para quienes desean vivir desde el corazón, en equilibrio y plena consciencia.
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